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Nuestra misión

LIBERTAD PARA CRECER

En una Misión para Encontrar la Libertad de la Adicción, la Libertad de la Pobreza y la Libertad de la Explotación

Existimos para empoderar a los salvadoreños
  • para encontrar la libertad
  • realizar sus sueños y
  • ¡perseguir su futuro!

Nuestra estrategia:

En lugar de dar limosnas y crear dependencia, nuestra estrategia consiste en identificar los activos y el potencial para poder empoderar a los miembros de nuestra comunidad hacia la curación del trauma y la recuperación de la adicción y la explotación. Trabajamos para crear oportunidades de apoyo social, trabajo digno, crecimiento espiritual y la posibilidad de soñar con un nuevo futuro en el que todos puedan encontrar la libertad para crecer.

Nuestros programas y proyectos son vehículos para cumplir nuestra misión creando soluciones sostenibles para el desarrollo espiritual y la atención de todas las necesidades espirituales, físicas, emocionales, sociales y mentales de los más vulnerables a las consecuencias derrotistas de la pobreza, la adicción y la explotación en El Salvador.

Nuestra estrategia consiste en satisfacer las necesidades de los supervivientes de la trata de seres humanos, la explotación y la violencia, las personas que se enfrentan a la falta de hogar y a la pobreza extrema, los que han sido abandonados, los que han regresado a El Salvador, y los adultos y adolescentes en proceso de recuperación de la adicción y el abuso de sustancias.

Nuestros valores

En nuestro centro

Valoramos el amor, la dignidad y el respeto, y nos comprometemos a que estos valores prosperen en nuestra comunidad. Creemos que a medida que trabajemos para desarrollar estos valores en nuestro equipo y en nuestra comunidad, todos nos transformaremos mutuamente.

AMOR

El amor a Dios y el amor a los demás es una llamada que nos esforzamos por cumplir mientras amamos a nuestro prójimo y tendemos la mano a quienes están en los márgenes de nuestra comunidad.

DIGNIDAD

La dignidad está presente en toda vida humana, ya que toda persona es portadora de la imagen de Dios. Creemos en la capacitación de todas las personas a las que servimos, proporcionándoles herramientas, oportunidades de trabajo digno y programas y servicios de calidad.

RESPETO

El respeto a lo largo del viaje es un valor que extendemos a todo el que entra por nuestras puertas. Respetamos que cada persona esté en su propio viaje hacia la curación, y honramos sus elecciones, su capacidad de acción y su participación activa a lo largo del camino.

Nuestras creencias

Estamos basados en la fe y en las relaciones, con una base sobre la que construir

  • Creemos en un solo Dios, que existen las tres personas del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Dios es perfecto, santo, justo, soberano y misericordioso.
  • Creemos que la Biblia es la Palabra de Dios, divina y perfectamente inspirada por Dios para dar Su verdad a la humanidad.
  • Creemos que la humanidad fue creada a imagen de Dios y diseñada para tener una relación personal con Él, pero a través del pecado esa relación se ha roto.
  • Creemos que, como somos incapaces de salvarnos a nosotros mismos del pecado, Dios, en Su gracia, inició la salvación enviando a Su Hijo para reconciliarnos con el Padre mediante la muerte, y obra en nosotros mediante Su Espíritu para llamarnos a una relación con Él.
  • Creemos que Jesús es plenamente Dios y plenamente hombre y que murió por nuestros pecados y resucitó de entre los muertos.
  • Creemos que Dios ha llamado a Su pueblo a la comunidad, expresada a través de Su Iglesia.
  • Creemos que Dios equipa a Sus seguidores morando en ellos con el Espíritu Santo y dándoles dones para glorificarle, edificar a la Iglesia y expandir Su Reino.
  • Creemos que Dios ha llamado a Sus seguidores a trabajar en todas las esferas de la sociedad para reconciliar con Él a un mundo roto y herido.
  • Creemos que el Evangelio tiene implicaciones en todos los aspectos de nuestra vida, y que todos nuestros esfuerzos por llegar a los que sufren y servirles deben centrarse en la noticia de que Jesucristo nos redime de nuestro pecado y nos lleva a una relación con nuestro Padre.